miércoles, 16 de julio de 2008

Los sueños: una introducción al lenguaje del inconsciente

Por Clynton R. López F.
clyntonr@ufm.edu

Introducción

Sigmund Freud publicó en 1899 (pero con la portada en el libro de 1900) el libro que – en mi opinión – define la postulación básica del psicoanálisis acerca del inconsciente. Este libro es La interpretación de los sueños, este libro marca de alguna forma un cambio en el entendimiento de la razón en Occidente.

Si tuviéramos de establecer momentos cúspides en el nacimiento del psicoanálisis diríamos que hay al menos dos. El primero la publicación de Estudios sobre la histeria de 1895 en dónde Freud colaboró con Breuer para su publicación y el segundo es la publicación de La interpretación de los sueños. Estos dos trabajos conjuntamente generan un concepto nuevo que da inicio a una época diferente en el pensamiento occidental. El inconsciente freudiano viene a debilitar teóricamente (y de forma anticipada) lo que posteriormente las dos guerras mundiales se encargarán de destruir: el imperio de la razón y la creencia en una posible paz perpetua que había dejado de herencia la modernidad.

La obra Los Sueños es de 1901 originalmente. Es decir dos años después de la publicación de La interpretación de los sueños. Tiene una adición de 1911 en dónde Freud añade la idea de que todo sueño contiene para un adulto algún deseo erótico. (Aquí en este añadido hace alusión a la Sexualidad Infantil y que está sexualidad infantil reprimida o fijada, o simplemente desechada por la vida consciente del adulto es la que genera la energía para desarrollar los sueños). No es raro que este añadido fuera posterior a la publicación de Tres ensayos para teoría sexual de 1905.

La pregunta que surge ahora es: ¿Por qué iniciar un curso introductorio de Lacan con el tema de Los sueños de Freud? La respuesta parece ser sencilla, pero, elaborémosla. Es a través de la exposición psicoanalítica de los sueños que es más probable poder ver la forma en qué funciona el inconsciente. Sus mecanismos y su estructuración. Está descripción del inconsciente no hace nada más que realizar de forma anticipada y explicativa la frase lacaniana de que el inconsciente está estructurado como un lenguaje.

Este texto no pretende ser una discusión exhaustiva de los sueños y su formación sino simplemente un referente para desarrollar un análisis posterior en puntos para su profundización. Lo que si persigue es estructurar sintéticamente la formación de los sueños y utilizarlos como ejemplificación del funcionamiento el inconsciente.

Los sueños

Los elementos claves de la elaboración de los sueños podríamos clasificarlos en tres grandes categorías: 1. Deseos inconscientes (pulsiones o instintos) 2. Censura (Lo que posteriormente en 1923 Freud establecerá como super yoicas, pero que en este momento del desarrollo intelectual podemos llamar los requerimientos de la vida civilizada)[1]. 3. Los mecanismos inconscientes que se utilizan en la elaboración del sueño para poder escapar a la censura durante el sueño.

Empecemos en el orden descrito.

Los deseos de los sueños y la sexualidad infantil

Una forma fácil de resumir la función de los sueños es decir que son realización de deseos inconscientes. Pero, ¿de dónde vienen estos sueños inconscientes? ¿Son deseos actuales? O ¿Datan de una época anterior?

Citemos a Frued directamente en este asunto. En el añadido de 1911 a la obra de Los Sueños

(…) ningún otro grupo de instintos ha experimentado un más amplio sojuzgamiento por las exigencias de la educación civilizada como precisamente los sexuales; pero haremos también constar que tales instintos son los que mejor saben escapar. Desde que hemos llegado al conocimiento de la sexualidad infantil, que regularmente pasa inadvertida o es mal comprendida, podemos decir justificadamente que casi todo hombre civilizado ha conservado en algún punto la conformación infantil de la vida sexual y comprendemos de este modo que los deseos sexuales infantiles reprimidos proporcionan las más frecuentes y poderosas fuerzas instintivas para la formación de los sueños[2].

Los deseos infantiles sexuales reprimidos permanecen latentes en la vida consciente de los individuos neuróticos hasta que alguna situación de la vida despierta los desencadena y escapan, en el lenguaje del sueño, es decir, simbolizados[3]. Todos los sueños (aún los llamados infantiles) sufren una transformación que es pasar de una idea hacía una imagen visual.

La censura y la elaboración del sueño

Recordemos que Freud para la época en que escribió Los sueños aún se encontraba enmarcado en la teoría de la primera tópica del aparato psíquico. Es decir, dividido en Inconsciente, pre consciente y consciente. Es hasta 1923, 24 con la publicación de El yo y el Ello que Freud se enmarca en la segunda tópica del aparato psíquico donde reconoce tres instancias el Super yo, el yo y el Ello. El inconsciente es algo que subyace a todas las instancias. Para 1901, y aún en el añadido de 1911 ésta segunda tópica no estaba desarrollada pero vemos como en el apartado X de Los sueños hay, sino una génesis, si indicios de la segunda tópica freudiana. En este apartado Freud se dedica a exponer el tema de la censura. Veamos como lo exponía Freud:

Suponemos que en nuestro aparato psíquico existen dos instancias generadoras de ideas, la segunda de las cuales posee el privilegio de que sus productos encuentran abierto al acceso a la consciencia, mientras que la actividad de la primera instancia es inconsciente en sí y no puede pasar a la consciencia sino pasando por la segunda. En la frontera entre ambas instancias, o sea en el paso de la primera a la segunda, se encuentra una censura que no deja pasar sino aquello que le agrada, deteniendo todo lo demás. Lo rechazado por la censura se halla entonces, según nuestra definición anterior, en estado de represión[4].

Esta descripción acerca muchísimo el tema de las instancias al tema del Ello y del Super yo como instancias separadas. Y que lo contenido en el Ello (deseos, pulsiones) necesita permiso del Super yo para llegar a la conciencia (el yo).

La censura permanece como una instancia latente que en vigila incesante sobre los deseos y los modula a la vida despierta. Ejemplo es lo que en psicoanálisis se conoce generalmente como sublimación. El arte, las ciencias y la investigación científica son ejemplos de la transformación que sufre las pulsiones socialmente no aceptadas en la civilización actual. Por esto decía que los sueños son un paralelo análogo con la neurosis en general[5]. Otra forma que la censura utiliza es el aplastamiento del deseo inconsciente y por lo tanto la sintomatización. El síntoma es un sustituto que permite la satisfacción pulsional aplastada por la censura. Pero volvamos al sueño.

En el sueño la censura se relaja, y por lo tanto los deseos inconscientes prohibidos latentes de la sexualidad infantil encuentran escapatoria. Pero la censura no está completamente “dormida” sino simplemente relajada. Por eso es que el sueño sufre una elaboración del deseo encriptandolo gracias a dos grandes procesos psíquicos: 1. La condensación 2. El desplazamiento[6].

Mecanismos inconscientes de la elaboración del sueño

Condensación

El primer mecanismo será la condensación. La condensación es una forma de economía del sueño dónde diferentes elementos son mezclados y literalmente condensados. Esta condensación es mayoritariamente visual. Un ejemplo muy fácil de poder entender es cuando en un sueño, una persona visualmente es una, y al momento de hablar con ella es otra. Otro ejemplo fácil de entender es cuando se sueña con un lugar que visualmente es un determinado lugar, pero el sentido al estar en ese lugar es otro. Por ejemplo se encuentra alguien visualmente en el edificio del trabajo durante un sueño, pero durante el sueño se encuentra en una situación dónde está en el colegio con los compañeros de la infancia. Es el colegio, pero también es el trabajo. Este proceso condensa tiempo, ideas, lugares, deseos. Es una forma de economía del sueño que lo que hace es restringir las ideas latentes (deseos inconscientes). Veamos como lo expone Freud:

Si reflexionamos que de las ideas latentes halladas solo una minoría queda representada en el sueño por uno de sus elementos de representación, habríamos de concluir que la condensación se verifica por exclusión no siendo así el sueño una fiel traducción o proyección, punto por punto de las ideas latentes[7].

La condensación funciona como un lenguaje de sustitución simbólica dónde un elemento del sueño contiene más de una idea latente, es decir, es ese elemento, el camino en la estructura del sueño (el punto que anuda) muchas (un número indeterminado) de ideas latentes del sueño. La condensación para vincularlo con el pensamiento de Lacan es lo que posteriormente él llamará la actividad metafórica.

El desplazamiento

El desplazamiento es el segundo mecanismo psíquico que establece el encriptamiento de las ideas latentes. Entre la condensación y el desplazamiento se termina de dar forma al contenido manifiesto del sueño. El desplazamiento (lo que Lacan llamará metonimia) es el proceso psíquico mediante el cual las ideas latentes son sustituidas por otras dispares que tienen una relación entre sí que solo puede ser esclarecida en el análisis del sueño. Veamos una breve cita:

Tales ideas establecen un enlace, a veces harto forzoso y rebuscado entre el contenido manifiesto y latente (…).[8]

Veamos un ejemplo de desplazamiento. En un sueño una persona está en su casa la cual es invadida por un grupo de jóvenes que la toman en posesión. El logra escapar de la casa pero va a buscar la forma de recobrarla. Logra ingresar a la casa y golpea uno a uno a los jóvenes que estaban en la casa. Resulta ser que era un grupo de jóvenes que recién habían ingresado a un equipo de futbol internacional. Este grupo de jóvenes (alrededor de 5) habían tomado la casa en posesión y él había tenido que salir. En el análisis del sueño se fueron estableciendo varias ideas. Los jóvenes estaban paulatinamente sustituyendo a los llamados pesos pesados del vestuario en el equipo internacional. El soñante era un fan del equipo internacional y aunque veía con buenos ojos la sustitución de los veteranos del equipo veía inaceptable que no se respetará a los veteranos por su conocimiento, experiencia. Debían de tener su lugar pero siempre subornidados a los veteranos.

El detonante del sueño había sido que él mismo jugaba fútbol a nivel no profesional y enfrentaba ya lo que se llama veteranía en fútbol (acercarse a los 30), y un grupo de jóvenes irrumpía en la escena de su juego. De aquí los elementos de la vida despierta que nutren al sueño. Pero el autentico detonante fue que un grupo de jovencitos molestaron a su novia, protegidos por una esfera de intolerancia religiosa de la familia dichos jovencitos “invadieron” su lugar con su novia lo cual ella permitió. El había estado sumamente molesto con esta situación y fue el detonante del sueño. El relato es un poco largo pero ejemplifica muy bien el desplazamiento. Veamos como funcionó: La idea latente de “Su novia” había sido desplazada por “su casa”. ¿Por qué es una idea latente en cubierta por el desplazamiento? En “su casa” satisface sus necesidades en general, con su novia satisface sus pulsiones eróticas. Y algo que es muy contrario a la época que vivimos, es de “su propiedad” por decirlo de alguna manera. La idea de la novia queda desplazada por casa. No proseguiremos con la interpretación del sueño. Bastará con decir que el deseo encubierto era el deseo literal de matar a golpes a los jovencitos por invadir su territorio. Es decir, recuperar el territorio de satisfacción pulsional.

Esto es lo básico acerca de la elaboración de los sueños. Tenemos claro que son una realización inconsciente de deseos. Además funcionan como una condición de posibilidad del dormir. Gracias a que se está soñando se puede dormir en ocasiones, de lo contrario la persona estaría despierta debido a la alta actividad psíquica. Se sintomatizaría de otra forma pero despierto.

Otro punto importante en este texto de Freud es la referencia que hace a la angustia. La angustia aparece cuando la posibilidad de goce resurge. Cuando algo que deseamos mucho aparece pero que la educación y la consciencia han enviado a las profundidades del inconsciente. Es aquí dónde Freud señala la posibilidad de la convivencia de opuestos binarios (en términos de deseos inconscientes).

Hasta aquí este esfuerzo de síntesis sobre la elaboración de los sueños y su importancia en cuanto al conocimiento del inconsciente. Veamos a dónde nos llevará Lacan desde aquí.

P.S. Recordemos que los recuerdos infantiles han sido sustituidos (en lo adultos) por sueños y fantasías.
[1]Este es un punto importantísimo debido a que está estructura general es análoga, o continuada para explicar la neurosis en general. Y será otro punto importante luego para explicar – en Freud – Las Psicosis.
[2]Sigmund Freud, Los sueño (Edición electrónica), Sección XII.
[3]Recordemos que Freud clasifica los sueños en tres: 1. Sueños infantiles que son una realización de deseos inmediata (tienen amplia relación con la vida despierta). 2. Sueños simbolizados (con o sin sentido) que hay que interpretar para descubrir el deseo inconsciente. 3. Los sueños que escapan a la censura de la simbolización y se convierten en pesadillas y convierten la censura en angustia. Este último punto puede ser análogo a lo que Lacan llamará la angustia de encontrarse con el objeto pequeño a.
[4] Sigmund Freud, Los Sueños Op. Cit. Sección X
[5] Ver por ejemplo el texto de Freud Neurosis y Psicosis de 1923 – 24 ya enmarcado desde la segunda tópica que ejemplifica esto a la perfección.
[6] Freud realiza un hincapié en que el deseo primero tiene que sufrir una primera transformación y es la de transformar la idea latente (la que contiene el deseo inconsciente censurado) en un elemento visual, o una dramatización. Luego llegan la condensación y el desplazamiento.
[7] Sigmund Freud, La interpretación de los sueños, (Edición electrónica, obras completas), p. 490
[8] Sigmund Freud, La interpretación de los sueños Op. Cit. p, 501.

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